Hoy quiero salir del armario: me encanta el shopping!!! Si, soy hombre y me gusta ir de tiendas… aunque una matización: sólo las que venden vino.
Me he recorrido prácticamente
todas las bodegas, enotecas y vinotecas de Murcia y cada vez que salgo de mi
provincia, en vez de museos, iglesias y otros monumentos de “interés”, prefiero
echar unas horitas en visitar las bodegas de la zona. Curiosamente, de todas las
que he estado, a la que siempre vuelvo es a una que está en el pueblo de mis
padres (Los Alcázares), se llama Bodega Mar Menor y cada vez que entro sé que
me voy a encontrar algo nuevo.
Es una bodega familiar, con
sede en Torre Pacheco, y la
regenta Jose y su mano de derecha Juan Julián. Tienen desde vinos de barril
a cosas más exclusivas tipo Pingus, L´Ermita, Contador, solo aptos para
bolsillos no afectados por la crisis.
A pesar de ser un comercio
que está en la costa, donde la tendencia es pagar más por lo mismo, aquí
siempre encuentras el vino más barato que en el resto de bodegas. No sé como lo
hacen, si negocian mejor que otros o simplemente no necesitan ganar tanto, pero
el mismo vino lo encuentras más barato. Cuando la diferencia de precio es
notable, tienen la delicadeza de destacarte la botella con una vitola roja donde
pone “Vino Recomendado”.
Pero no voy a Bodega Mar
Menor por ahorrarme unos euros en mi compra, voy porque me encanta perderme en
sus escasos 50 m2
de exposición divididos por zonas vinícolas, intentando descubrir qué es lo
nuevo de esta semana.
Cuando entras, te saludan
educadamente y te dejan olisquear sin agobiarte, pero si preguntas algo en
concreto sobre el vino que buscas, ahí es donde normalmente aparece Juan Julian
con una sonrisa en su cara como diciendo, “esta es la mia”. Le preguntes lo que
le preguntes, sobre un vino que probaste hace quince años en una boda que se
celebró en un pueblo perdido entre Cuenca y Sebastopol, lo conoce, pero no sólo
conoce el vino, conoce la bodega, la mejor añada, conoce sus matices y hasta la
madre del tipo que pisó la
uva. De verdad que es increíble. O se lo inventa todo y a mi
me engaña como a un chino o este tipo es un crack. Además, con la evidencia que
controla mucho más que tu, te lo explica de tal forma que parece que entiendes
todo lo que te dice y sin alardear de nada. Dan ganas de invitarlo a casa (lo
que yo os digo, hoy salgo del armario); y encima le da igual que le preguntes
sobre vino, sobre ron o sobre una ginebra de moda (las ginebras son su
perdición).
Hace un par de semanas le
puse un reto, quería llevarme una buena selección de tintos de cualquier
denominación de origen, de menos de 10 euros por botella y bien puntuados por
Peñín. Bueno, pues a pesar de que ellos no son muy amantes de la famosa guía, me
llevé seis botellas, por menos de 60€ que sumaban en total 542 puntos!
Cuando estaba pagando,
apareció Jose, el gerente y, como en otras muchas ocasiones, me regaló un
detalle que hizo que me fuera a casa más contento que unas castañuelas.
Ya sé que puede parecer que
tengo acciones en la bodega, que son parientes de mi tatarabuela o algo
parecido, pero hablo así de ellos y los recomiendo porque hoy en día es muy
difícil encontrar un comercio, sea de lo que sea, que tengan buenos productos, a
buenos precios y encima atendidos por profesionales.
Amén.